A dos cuadras del Monasterio de los Jerónimo, en Belem, se encuentra el local de Pasteles de Belem o Pasteis de Belem, como dicen sus toldos azules. Lo vas a reconocer por toda la gente que esta afuera haciendo la fila para comprar.
Local de Pasteís de Belém
Esta fábrica hace los Pasteles de Belém desde 1837, siguiendo una antigua y secreta receta del Monasterio de los Jerónimos. La receta es trasmitida y conocida solo por los maestros pasteleros que hacen los pasteles de manera artesanal. Dicen que son pasteles hechos de huevo y azúcar y no de crema como los otros.
Los Pasteles de Belem son una especialidad típica de la pastelería portuguesa.

Hay take away. Suele haber mucha gente, pero la fila, igual va bastante rápido. Hay dos filas, que son indistintas. Te cobran en un costado y después te entregan los pasteles. No me quiero imaginar la cantidad de pasteles que deben de vender por día.

Nosotros compramos una cajita de 6 pasteles, que vienen tibios. Cada pastel cuesta 1,10 euros. Además te dan un sobre de azúcar en polvo y otro de canela por si los querés espolvorear.

Pocas veces comí algo tan rico, hecho de forma tan simple. Es una crema con una masa de hojaldre. Les recomiendo comer los pasteles en el momento, fríos ya no son el mismo manjar. Se supone que son de postre… pero están buenos en cualquier momento.

El lugar es enorme y con varios saloncitos, donde podés tomar un café y comer algo rico. El lugar es bastante económico para ser un lugar tan turístico.
Si querés los podés comprar y los vas a comer a la plaza que está enfrente del Monasterio de San Jerónimo. Es una hermosa plaza con fuentes, árboles y patos.

La mejor forma de llegar es en el tranvía 15, el local esta enfrente de la parada. Está abierto todos los días de 8 a 23 hs.
El problema es que cuando comés uno te querés comer todos!!!